martes, agosto 23, 2005

El Papa que quiso ser un ídolo

Sonando en mi cabeza: West End Girls (Pet shop boys )
Sometimes you're better off dead/ There's a gun in your hand and it's pointing at your head/ You think you're mad, too unstable/ kicking in chairs and knocking down tables/in a restaurant in a West End town/Call the police/
There's a madman around/Running down underground/to a dive bar in a West End town/
In a West End town, a dead end world/
the East End boys and West End girls
Hoy me di cuenta de que llevo ya meses sin ver más de una hora diaria la televisión (plagado todo como está de putas y putos baratos con pretensiones de famosos, y árduos criticones que aprovechan la ocasión para despellejar a todo el que se deje ver) Excepto los martes noche, claro, en que no pueden faltar mis adoradas Mujeres desesperadas.
Ahora mi cultura televisiva se limita casi en exclusiva al visionado del telediario. Y muchas veces eso consigue atragantarme la comida, ya de por sí bastante indigesta teniendo en cuenta que he de prepararmela yo mismo.
Estos días el nuevo papa, Benedicto XIII creo, ha visitado su Alemania natal. Allí se congregaron cantidades ingentes de jóvenes católicos de todo el mundo para adorar al nuevo ídolo de la Iglesia Católica. Moviéndose dentro de un carricoche blindado, y lanzando su discurso de amor y tolerancia desde un totem que más que un trono papal asemejaba la imagen de un nave alienígena salida de Encuentros en la tercera fase.
El nuevo ídolo del Catolismo, enviado terrenal de Dios Todopoderoso, habló de no olvidar del pasado y de mirar al futuro; de no convertir la religión en un producto de consumo.
Tanto cinismo clama al cielo venganza divina, de existir ese Dios en que enmasacara la Iglesia sus mentiras y su máquina de poder.
La humanidad no debe olvidar el holocausto Nazi, ni mucho menos la indiferencia del Vaticano, conocedor pasico, casi indulgente, del horror que invadía los territorios Nacionalsocialistas. Y esto debe recordarse con más ímpetu, por que despues de todo la humanidad ya acabó con el nazismo, pero aún sigue preso en las redes del catolicismo.
La misma historia se repite desde hace siglos en el seno de la Iglesia. Sometiendo al pueblo con sus mensajes de miedo al pecado, de vergüenza de sí mismo y de culpabilidad ha intentado siempre imponer la ignorancia en su propio beneficio jodiendo la vida a millones de incautos fieles desde su posición preponderante.
Desde la Inquisición, a la connivencia con los fascismos europeos del siglo pasado.
Aún hoy intenta hacerlo, y nunca dejará de hacerlo por que forma parte de su misma esencia.

4 comentarios:

E. dijo...

Todo aquello que ensalza los sentimientos sobre la racionalidad, ensalza nuestras peores bajezas y por lo tanto es asqueroso. Es facilito.

Dios es Amor...no lo sé(no soy creyente), la Iglesia desde luego no.

Anónimo dijo...

No se porqué lo llaman fé cuando en realidad es miedo a lo desconocido. Hay gente que necesita tener explicación para todo y así dormir agusto, aunque esas explicaciones impliquen represión, servidumbre, ignorancia, ser homófogo, machista...

Mara Jade dijo...

Pero qué bien hablas leñes!!

Imoq dijo...

¡Amén, hermano!

Pobres de nosotros: tan lejos de Dios y tan cerca de los católicos :-/