No va con mi carácter
mentir y engañar
Sabes no es lo mío
inventar por inventar
Solo una vez lo hice
No volverá a pasar
Ahora me confieso
y te digo la verdad:
Nunca conocí a Liberace
Oh, no.
Nunca conocí a Liberace
Oh, no.
He viajado a Las Vegas
Pero él ya no vive ahí
Pero a pesar de todo
no puedo evitar
soñar con que algún día
él me viene a visitar
Es una fantasía
difícil de cumplir
Ya llegará algún día
Hoy por hoy he de admitir:
Nunca conocí a Liberace
Oh, no.
Nunca conocí a Liberace
Oh, no.
He viajado a Las Vegas
Pero él ya no estaba ahí
Ahí (x3)
La crisis existe. Existe siempre aunque no siempre se haga notar. Cuando no lo hace vivo en falsa armonía, inconsciente en mi conciencia de su presencia. Cuando lo hace, veo inevitable el pesimismo. Causa última de mi querencia por los momentos estáticos, los equilibrios y los puntos fijos.
Y es que no podría concebir una habitación propia sin tonos azules ni imitaciones picasianas, o la ausencia de un cedé de Ellos cerca de mi reproductor. El mío es un carácter conservador, cobarde, incapaz de asumir cambios sin traumas. Puede ser lamentable, casi más aún dejar constancia de ello. Pero cierta y desconocida trama mental me impide dejar de hacerlo.
De todos modos esto es solo filosofía, y alguien que conoce mucho de la vida real me dijo en su día que la filosofía apesta. Seguro que Nietzsche no se duchó en la vida, decía. Y nos convertimos a la Ciencia, asustados por el bigote grasiento del señor aquel que decían quería acabar con los judíos del mundo.
Yo prefiero pensar que así es, que las mías no son otra cosa que divagaciones baratas que invento para emborronar los buenos amigos, los buenos momentos que suceden a cada paso, las locuras en fin de semana y el tecno-pop casero.
Así, aunque no pueda relatar en términos propios las impresiones del último fin de semana, de la última cerveza o del último encuentro fortuito, me resisto a hacer morir Moderno de mierda. El blog y el personaje, que aún siguen siendo yo mismo. Aunque sea en un trasfondo que resucitará cualquier día.
Los Intronautas estaban liderados por dos eminencias: los hermanos Canut, Nacho y Mauro. Bajo un punk de nuevo corte, con bases programadas y letras con ánimos irónicos e incendiarios, Intronautas compusieron temas rápidos (en la línea de sus máximos referentes, Los Ramones) y de sonido sucio, distorsionado por mil guitarras, bajos y baterías. Composiciones nada adornadas, nada estudiadas, como nacidas de escasa media hora de inspiración.
Desconocidos para el gran público, Intronautas apenas publicaron un álbum como acompañamiento para un fanzine musical y alguna canción en el extraordinario (en muchos sentidos) sello Spicnic.
Hace apenas dos años, Susurrando, reeditó aquel Nunca conocí a Los Intronaútas, contenedora de esta pequeña joya del pop-punk hispano, Nunca conocí a Liberace
5 comentarios:
Tengo este corte en un recopilatorio de Spicnic. Me gusta la de lso intronautas y la versiónq ue hizo Baby Horror.
No dejes morir a Moderno de mierda. Es cierto que los ultimos tiempos esto ha dado un giro de 180º. Ahora parece que escribe otra persona. Pero te conozco desde hace un año y pico y no puede acabar asi. Sigue investigando esta nueva forma de contar las cosas o sigue con tu forma anterior de hacernos pasar un buen momento. Pero sigue.
Ese eres tu? que bueno estas... jejejeje :P
Tu lo que tienes que hacer es dejarte arrastrar por la ola de vanidad frivola y superficial del momento que nos toca vivir y volver al fotolog!!!!!!!!!
La filosofía, y las divagaciones baratas son la psicología del nuevo siglo, o así lo veo yo, Al fin y al cabo se trata de los buenos momentos, como tu dices.
Hoy mas que nunca, la canció que has puesto me ha venido muy bien. Gracias.
PD. Y no cierres el blog,no lo dejes eh!
el señor del bigote a quien ter efieres.... hitler? nietzsche? aclarame la duda existencial. El pobre alemán era un visionario, y supongo que si que se ducharia, la costumrbe por aquella época no más ni menos..
Publicar un comentario