Sonando en mi cabeza: Qué nos va a pasar (La buena vida )
Cada día trato de acertar/ por donde saldrás
eso es tanto como adivinar/ qué nos va a pasar
Has estado/ hace tiempo/ algo raro/ por momentos
me pregunto/ algo inquieta/ que nos va a pasar.
No recuerdo cuando decayó/ la conversación
ni el punto en que dices tú/ que algo cambió
Sin embargo/ mientras tanto/ yo me guardo/ la esperanza
y las cosas/ que en la plaza/ nos dijimos hoy
ahora que te vas/ pediré perdón/ y dirás que no
y estará muy bien/ ya sabes por que
yo me esconderé/ ahora que te vas/ ya no saldré más
dime para qué/ si no te voy a ver.
Sin embargo/ mientras tanto/ yo me guardo/ la esperanza
y las cosas/ que en la plaza/ nos dijimos hoy
ahora que te vas/ pediré perdón/ y dirás que no
y estará muy bien/ ya sabes por que
yo me esconderé/ ahora que te vas/ ya no saldré más
dime para qué/ si no te voy a ver.
Cuando pase el tiempo/ conocerás/ a alguien más
y me olvidarás/ y es que es lo normal,
aunque nos de rabia/ siempre ocurre igual
y nos esforzamos en disimular.
Ciertamente la Navidad no será nunca un tiempo de paz y armonía en el mundo, ni falta que hace que lo sea.
Puede haber algo más patéticamente pedante que el prefabricado y manoseado sentimiento navideño de felicidad y amor para todos? No puede haberlo, ya os anticipo la respuesta.
La Navidad para mí siempre fueron las comidas excesivas, los regalos innecesariamente prácticos y un tiempo para dejarme yacer durante todas las horas que creyera necesario en el sofá; sin más propósito que el de seguir respirando para llegar con vida a la siguiente comilona.
Esta fantástica visión mía de la Pascua Cristiana, carente por completo de toda implicación sentimental, se ha roto.
Chicos, se me ha roto la puta Navidad!! No puede haber nada más triste que esto.
Este año, que iba a ser mi año de relax y de perpetuo tocamiento-de-huevos (Que ingenuo que soy a veces) se han acabado las horas de inútil e improductivo esparcimiento de sofá.
Es más, obligado por circunstancias ajenas a mí mismo y a mi voluntad, en esta Navidad en que absurdamente tendré que desvivirme por asuntos no respiratorios, he tenido que asistir a una cena de frikis.
Yo no sé que pasa con mi entorno social que cada vez oscila más y más hacia los límites de la marginalidad social y cultural. Cualquier día me veo de cena con algún directivo de la COPE, o peor aún, con algún dirigente de ERC. Dadme tiempo y dejad que os sorprenda.
Yo no lo sabía, y me sorprendió. Los frikis, efectivamente, también escuchan a Madonna. Me sorprendió, por que los frikis con los que cené no son de esa clase de frikis elegantes en la forma y en el fondo que somos muchos de los que leemos esto. No, los frikis con los que cené son frikis auténticos, frikis que lo son por el simple gusto de serlo, frikis sin-sentido y sin-objetivo en la vida.
Estos frikis auténticos me sorprendieron en muchas cosas más, no os creáis, que aún tengo mucho que aprender. A pesar de sus bromas absurdas y sin gracia con las que autoexcluyen toda participación ajena a la conversación, de sus vestimentas de las que no diré nada por que hasta yo empiezo a dudar de las mías propias, y de esa visión del mundo distorsionada por el visionado de mil películas de ciencia-ficción, os diré que me reí mucho con los frikis.
Al principio pensé lo que hacia era reírme de ellos, y hasta me sentí culpable, fíjate. Pero no era cierto. En su visión deformada de la realidad (no digo yo que la mía no lo sea) los frikis auténticos aceptan ser foco de distracción ajena para hacer más humano un rato escuchando de fondo conversaciones eruditas sobre Star Wars y El Señor de los Anillos.
Y es que, aunque prefiera sin duda mis momentos de pérdida mental en el sofá, una cena con una pandilla de auténticos frikis no puede ser peor que cinco minutos con el señor Carod Robira.
La Buena Vida, ya lo dije hace un tiempo, inhiben en mi organismo la síntesis de neurotransmisores y me dejan en estado de coma mental. Y yo, que siempre pensé que esto no podía ser bueno, en este momento de ansiedad y desconcierto personal en que me hallo acepto sin más que no puede ser tan malo.
Claro, que nadie debería dudar de la calidad musical de estos vascuences que se hacen pasar por músicos amateur (algún día alguien debería explicarme que diferencia a los músicos amateur) Composiciones suaves, puramente melódicas y completamente depresivas para un conjunto pop sobrevalorado dentro el carro del Donosti Sound.
Qué nos va a pasar es un tema que lleva años rondando mi cabeza, que vuelve en ciertos momentos para demostrar aquello de que siempre habrá alguna canción para recordar. La Buena Vida lo consiguen con este tema, recordar la dificultad de un momento difícilmente compresible, y la crudeza que traspasa a veces las canciones para instalarse en la realidad.
8 comentarios:
Ay, Moder, qué divino, qué lo más. En todos los ambientes se mueve nuestro Moder y en todos triunfa, como la cruzcampo(que de verdad, tiene un anuncio de lo más asqueroso). Y qué decir de ese dominio de la descripción...elegante en la forma y en el fondo...no sé me puede describir mejor. Y es que querido mío, brillamos y nos hacemos brillar. Bueno, Moder, estupendo lo que cuentas. Y ya sabes, después de ponerte ciego, te tomas un bio century. Como las señoras. Saludines.
Uf La buena vida... Deberías verme cantando a lágrima viva, con un boli por micrófono, encerrada en la habitación, balanceándome sobre la cama: "nadaa debería fallar si estamos siempre juntos..." y ese fondo de violines, y ese todo, ya sabes, carne de gallina y tal. Abusar de LBV es superperjudicial.
PD: Respeto lo de los frikis, tengo una experiencia similar... ¿Te conté nunca lo del Frikitrivial? Espeluznante
Todos somos frikis.
Qué místico te pones, no?
Que suerte lo de que se te haya roto la navidad a estas alturas. Yo tengo la sensación de que nunca la tuve entera.
Por cierto, escuchar la buena vida con una ligera tristeza puede acabar en depresión, ya lo digo yo.
Aunque esta canción está francamente bien.
¡Me habría gustado estar en esa cena friki! A mí me gusta la compañía de los frikis, ¿será que yo soy medio friki a veces también? :P
LA VIRGEN DEL POLLO!! Soy friki... reniegas de mí?
Feliz rota mierdanavidá! MUACKA!
Peor que Carod Rovira no hay nada. Eso tenlo por seguro.
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