El otro día conocí a Elisa, la amiga secundaria de Nuka. Yo no sé que tienen las Elisas que conozco, que tienen todas alma de secundonas en la vida.
Elisa estudia en París, que es una cosa estupenda y que a mí me fascina de ella. La gente que conozco estudiando en París, que ya son tres personas (mirad que tengo mundo, eh?) son todas seres fascinantes.
Está Elena, que es el ser más asquerosamente inteligente con el que me haya cruzado. Que envidia malsana la tengo. Menos mal que espero que me salve la vida algún dia, cuando sea alguien importante y me haga subdirector técnico de BP o algo así.
Luego viene Loreto, la hermana de mi amiga Teresa. Loro para los amigos. Decidme si no es fascinante alguien que se hace llamar Loro. De todos modos modos a Loro eso es algo que le viene de familia, por que Teresa se hace llamar Cuqui. No me digais que no os encantaría llamar a alguien a grito pelado por la calle: Cuquiiiii! Es ideal, de verdad. Provadlo, desestresa un huevo.
Y Elisa, para acabar, que es la más secundona de todas mis conocidas en París.
Yo solo conozco a Elisa de un rato en una terraza, y de unos breves comentarios metafísicos sobre la vida y el sexo. Y no os creais, que me cayó muy bien. Por que a mí las personas secundonas me dan confianza, me gustan. Lo que no soporto son los protagonistas de la vida; chupan mucha cámara y me desplazan. Y eso si que no.
Elisa me salvó la noche. Esto hay que decirlo. Por que esa noche descubrí a los punkis más punkis de toda la meseta norte. Y descubrí que los punkis están bien como referencia estética, así vistos desde afuera, pero luego de cerca son un ascazo.
Mañana os cuento más, reyes mios.
5 comentarios:
La verdad es que los secundones son muy fáciles de tratar... son muy agradecidos, pero al final la cosa se vuelve aburrida y mi lado antisocial acaba saliendo a la luz.
Y tú de quien eres!!! Kas naranja o kas limón.
Espero que Elisa no lea nunca ésto. De todas formas, te queda todavía mucho por conocer. Algún día te contaré por qué es secundaria.
Me encantaría conocer a Cuquiiiiiiiii. Con un poco de confianza podría llamarla así a grito pelado, moooola.
Tengo una hermana que se llama Elisa y efectivamente no esl mayor ni la menor de mis hermnanos. Eso si, prefiero Elisa que Cuqui y Loro. Gritar cuqui en la calle no puede ser bueno. NO.
¿Cuqui? ummm, vaya.
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