miércoles, julio 27, 2005

Amores de cabina

Sonando en mi cabeza: Somos iguales (Luis Miguélez)
Yo no sé que tiene los DJs que nos fascinan. Bueno, a mi y alguna de mis amigas; no sé si es algo generalizado o un virus que solo nos afecta a nosotros/as.
Es algo clásico, casi adolescente, eso de enamorarse del pincha (que era como se llamaban a los DJ cuando yo era adolescente)
Una de mis ex-amigas más patéticas, y las hay muy lamentables, estuvo años diciendo que se moría por el DJ de una de las discotecas para quinceañeros de la ciudad. La niña no consiguió nunca nada por era muy pava, la pobre. Además el Dj daba más bien un poco de grima, por mucho que se pareciese a Nick de los Back Street Boys.
A mi esto de enamorarme del pincha nunca me ha ocurrido en plan obsesivo. Lo cierto es que yo me enamoro de demasiados hombres: DJs, camioneros, músicos, albañiles, profesores ..... pero nunca en plan me-muero-por-ese-tio.
Lo mío, está claro, es la acción multidisciplinar.
Eso, exceptuando a Spunky (Qué polvo tiene el muy cabrón), del que algún dia os contaré por que es mi sex symbol por excelencia. Bueno, y el DJ del 1900, que me provocaba palpitaciones cuando le veía encerrado en su cabina. Ahí dentro era el puto amo, y eso en un sitio como el 1900, excita mucho. Pero de este ya me desamoré cuando un día nos quedamos hasta el cierre (apurando la despedida de Álvaro) y le ví salir de su cabina. Rodeado del resto de seres terrenales, el chico era una cosa muy normalita.
Estos días en que los profesionales del plato han estado tan presentes en nuestras vidas (alguien por ahí sabe el por qué) he elavorado una teoría sobre ellos/as.
Los DJs en el fondo son unos marginados sociales. Eso es. Alto y claro. No saben relacionarse con el resto de la humanidad, son unos incomprendidos si queréis que suene mejor.
Cuando veis a un Dj fuera de la cabina, baila alguna vez? Le veis tan siquiera mantener una conversación animada? No, no y no. Tienen graves problemas de adptación esa gente.
No saben disfrutar de una noche de fiesta si no es pinchando, por que fuera de su cabina no son Nadie. Se escudan en sus platos para sentirse líderes, pero en el fondo no son más que un accesorio más de la diversión.
Hay que acabar con la imagen divinizada del Dj, impedir que que se crean semidioses o gurús de la electrónica, cuando solo son una panda de inadaptados al sistema.

5 comentarios:

Imoq dijo...

Qué chistoso; hasta ahora no tenía una opinión acerca de los DJs, pero ya que lo mencionas... tendré que darle una pensada ;)

Saludos :)

Unknown dijo...

Yo prefiero bailar y que pinchen otros.

En cuanto a P5, sorry. Ya somos 3 los fans de este grupo nipón. Pero poquitos más.

Unknown dijo...

Ah...! Iscar es un pueblo y un apellido. Yo conozco al menos a 2 personas con este apellido.

Anónimo dijo...

Ay, no sabía yo te tu fascinación por los DJ’s. Tú no te has obsesionado nunca con nadie porque el enamoramiento se te reparte más,no? No se te concentra en una sola persona...

Tengo una amiga que se ha obsesionado con una DJ. Dice que nunca le había pasado, y que no cree que sea por el mero hecho de que lo sea (aunque yo crea que eso va en el subconsciente). Me ha confesado que si se la sigue encontrando y ella le sonríe de esa manera, no se le va a quitar la obsesión nunca. Así que ha decidido que seguirá yendo a verla hasta que se le pase la obsesión… o todo lo contrario.

Y yo lo que no entiendo es cómo la DJ no se lanzó a los brazos de mi amiga, con lo monísima y simpática que es.

PD.1. La diferencia entre el DJ del 1900 y la DJ en cuestión es que al salir de la cabina el primero es una cosa normalita, pero la segunda de normalita nada.

P.D.2.Algún día desmontaré tu teoría…
Y es que nadie pincha minimal y micro-house con toques de electro como lo hace ella. XDD

Un beso perro!! Muack!

Lope De Rueda dijo...

Bueno, querida, lee menos sobre cosas que no sabes ni lo que son (eso nunca lo sabremos ni tu, ni yo, ni falta que nos hace) y que alguien ha escrito en algún lugar para hacerse propaganda.

Yo tampoco entiendo cómo la gente no cae en general rendida a los pies de tu amiga, que es superdivina, como yo mismo hice (a mi manera, claro)
Y su decisión es estupenda. Yo la seguiré apoyando.